miércoles, 12 de octubre de 2011


Miraba al cielo. Pocas estrellas esa noche en el oeste, y de repente...un fogonazo; una estrella fugaz.

En su rostro una sonrisa, en su alma sosiego, en su corazon, un deseo...

"quiero morir mañana..."

sábado, 8 de octubre de 2011

En Ambar


Carmina era un espectro, en el rubicón de su juventud. Deambulaba por las esferas, desesperada, con la mirada planeando sobre el páramo de su inconsciencia, en espera de una respuesta. Su confusión la acompañaba, susurrando entre los pliegues de las cortinas y la tarde se tornaba purpura, con matices opiáceos.

Salia de vez en cuando, desnuda, con la mirada entregada a las pétreas oquedades; valiente, ensimismada en lo absurdo de su existir.

Y cuando la danza hacia de si un verbo, nada era comparable a su frescura. Verde entre la linea del azufre. Nacarada en la belleza de su limbo. Desde siempre, compartida por la esperanza de volver a entrar.

Y no entendía el porqué; No lo podía entender, porque quedaba en su frio entendimiento.

Vacía.