jueves, 26 de febrero de 2009

Oir



Metido en la cueva paso las horas intentando memorizar y racionalizar fechas, conceptos, frases, articulos, nombres, números, textos, preguntas y respuestas.
A veces salgo a la entrada de la cueva, y oigo la vida del mundo..oigo a lo lejos el ruido del trafico en la autovia, el de algún tren que pasa chascasdo sus ruedas metalicas en la via, o el zumbido de los motores de un avión. Tambien oigo de cerca el canto de los pajaros. Hay un jilguero que se ha acomodado en la antena de la televisión, y me acompaña con su canto por las mañanas (a veces lo puedo oir incluso dentro de la cueva), los ladridos de los perros, y el sonido del viento entre los árboles... lejano..cercano..lejano..cercano..

Pero el sonido que mas me gusta oir es el que me llega por la tarde cuando llegan mis churrumbeles.

Sonido de ¡¡Papaaaa!!, sonido de gritos, sonido de ¡¡El hermano me ha quitado mi juguete!!!, sonido de ¡¡No te subas ahí que te vas a descalabrar!!... En fin, como decia al principo, oir la vida del mundo, tan grande ... y ... tan pequeño.

viernes, 13 de febrero de 2009

Despues de un silencio...


..el padre le dijo a su hijo que mirase el cielo tan bonito que había en ese atardecer.
Estaba salpicado de nubes que pasaban del blanco al naranja fuego a través de infinidad de tonalidades distintas.
El hijo lo miró, con mirada de niño, y se quedó pensando por unos instantes.
El padre siguió conduciendo, mirando de soslayo aquella estampa.
De pronto, el hijo le dijo al padre que sabia porqué esas nubes eran de colores. Habían sido Papi y Nana, que como estaban en el cielo, lo habían coloreado con pintura mágica. Después, le comento de nuevo al padre que cuando él estuviese en el cielo, también colorearía con esa pintura.
El padre tardó algún tiempo en contestar, y cuando lo hizo con un nudo en la garganta, fue para decirle que no se preocupase, que pasaría mucho tiempo para eso...
..Aunque realmente, el hijo no estaba preocupado.