miércoles, 25 de septiembre de 2013

GASTON



Se trababa entre sus piernas al hacerse mayor y no le importaba demasiado salir a la calle, aunque estuviese llena de gente. Se enrojecia su rostro, y daba palmas cuando los demas se reian de él.

Llamaba a voces, acalorado al verlos llegar y reprimia su ansia al mirarlos a la cara.

Una vez mas, un gotear incesante salpicaba su ropa, tintineando al caer al suelo, como cascabeles diminutos que se deshacian formando un charquito humeante para empezar a serpentear calle abajo en una senda salada que se iba secando pasados unos metros, y revolviendose, encogiendo los hombros al tiempo que arrugaba su frente, esbozaba una sonrisa que servia para expresar su falta de culpa y su alegria de sentirse allí, donde queria estar, donde se encontraba feliz, con sus garabatos en las fachadas, con sus latas encordadas, con sus aceras negruzcas y el gris de los tejados.
Todo alli era pálido; el olor y los sonidos cargaban de argamasa el ambiente.

Todo menos él. 


miércoles, 18 de septiembre de 2013

SWEETEST MELODY

Cuando se dió cuenta de que la noche habia terminado, era ya demasiado tarde para rectificar. Metió la mano en el bolsillo del forro de su chaqueta, sacó un paquete de cigarrillos, y prendió una llama que iluminó su rostro.
La luz amarillenta hizo ver las arrugas de sus ojos, al tiempo que un hilo de humo ascendia por su mejilla recordandole lo que hacia unas horas le habia parecido dificil de conseguir.
En el suelo, a pocos centimetros de sus zapatos llenos de barro, los testigos mudos le gritaban implacablemente su nombre, recordandole el punto de no retorno en el que se encontraba.

¿Cuanto tiempo habia permanecido ahí?
¿Cuantos ojos habian presenciado esa osadia?
¿Cuantas velas habia apagado antes de soltar el lastre...?

...no era capaz de percibir el olor de la escarcha acumulada en las ramas de los arbustos que le rodeaban, haciendo la estancia angosta y esteril.

Acababa de despojarse de su rabia, de su miedo, de su mascara diaria y habia comenzado a sentirse pleno cuando, a lo lejos, escuchó el sonido de unas sirenas.

Al volver el rostro y ser consciente de su realidad tiró el cigarrillo al suelo, pisándolo con sus zapatos llenos de barro, y comenzó a caminar.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Damos un paseo...por el tiempo?

Second, murcianos internacionales se han superado con su nuevo trabajo...teletransportandonos hasta un futuro incierto...
Hola a todos y a todas de nuevo!!

miércoles, 12 de junio de 2013

Desenvaina la mascara de casualidades y pasa a las faltas de ortografía, provocada por la necesidad de sosegar un alma, cargada de miedos infundados.
No hay que sufrir por lo que no existe.
Vamos adelante, con sosiego.

miércoles, 23 de enero de 2013



"Imagínate el universo entero, multiplicado por infinitos millones de cuatrillones elevados a la enésima potencia y cuantificada su masa hasta el infinito cien mil millones de veces más de lo que todos los seres que viven en este mundo y en todos los que existen, han existido o existirán puedan llegar a imaginar en todas sus vidas, y repetirse durante toda la eternidad en los confines de lo que se pueda llegar a pensar y lo que no se pueda llegar....
....pues eso es un grano de arena en comparación con lo que te quiero."
                Esa fué la respuesta que dio, después de que el pequeño preguntase “¿cuanto me quieres, papá?".
El niño le miró sorprendido, con los ojos ensimismados, intentando asimilar algo tan grande, y no se percataba de las lagrimas que brotaban de los ojos del padre.
En la penumbra de la habitación, abrazó su cabecita contra su cara y olió el perfume de su pelo al tiempo que la melancolía y la tristeza invadían su alma, agudizando su angustia y acrecentando mas, si cabe, su dolor.
Se recostó a su lado, sintiendo la respiración calmada y pausada, hasta que vió como sus ojos se rendían al sueño y su cuerpo se relajaba en la placentera paz que dá la inocencia infantil al final del dia.
Lentamente, sin ganas, con movimientos medidos y pausados, salió de la cama, sin dejar de mirarle. Avanzó hacia la puerta del dormitorio y, sin cerrarla, se fué.