jueves, 26 de febrero de 2009

Oir



Metido en la cueva paso las horas intentando memorizar y racionalizar fechas, conceptos, frases, articulos, nombres, números, textos, preguntas y respuestas.
A veces salgo a la entrada de la cueva, y oigo la vida del mundo..oigo a lo lejos el ruido del trafico en la autovia, el de algún tren que pasa chascasdo sus ruedas metalicas en la via, o el zumbido de los motores de un avión. Tambien oigo de cerca el canto de los pajaros. Hay un jilguero que se ha acomodado en la antena de la televisión, y me acompaña con su canto por las mañanas (a veces lo puedo oir incluso dentro de la cueva), los ladridos de los perros, y el sonido del viento entre los árboles... lejano..cercano..lejano..cercano..

Pero el sonido que mas me gusta oir es el que me llega por la tarde cuando llegan mis churrumbeles.

Sonido de ¡¡Papaaaa!!, sonido de gritos, sonido de ¡¡El hermano me ha quitado mi juguete!!!, sonido de ¡¡No te subas ahí que te vas a descalabrar!!... En fin, como decia al principo, oir la vida del mundo, tan grande ... y ... tan pequeño.

4 comentarios:

Dyhego dijo...

Hola, Churricos:
Te comprendo perfectamente.
Los niños, dan ganas de comérselos.
Pero hay que comérselos ya; luego ya no se puede.
Saludos.

una pez payaso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Aguilar dijo...

Perrete, no me digas que esos grititos a las seis o las siete dan el mismo gusto, me parece que usted sufre de síndrome de paternidad agudo. Que lo disfrutes.

churricos dijo...

Amigo Dyhego, ya lo creo que me los comeria... dicen que cuando seas padre comeras huevos...

Amiga de los arrecifes, efectivamente esa cueva que te resulta familiar es la misma que la tuya, pero ya saldremos...

Bigardo, Sabes tú que en las cosas que para algunos hay malestar, para otros hay dicha. En cada uno de los momentos en que estos bichos me despiertan o me trastornan, pienso en cuando los recuerde y se tornen melancolia. Por eso, como bien dices, intento disfrutarlos.

Un saludo a tod@s