martes, 10 de marzo de 2009

La partida


Las estaciones.. Lugares en los que por encima de otros se respira con intensidad la tristeza y la alegria.
Hace algún tiempo que no escribo, y hoy me he decidido a hacerlo. Un esfuerzo para vencer al tedio y al pensar en qué escribir.
Hoy hay un motivo.
Un amigo se encuentra en esa estación en la que uno se siente en la soledad de la verdadera partida. La salida hacia no sabemos donde.. Hacia donde no queremos que nos olviden, hacia el lugar en el que mientras recordemos existirá, hacia ese sitio que dicen que debe de ser creido para ser visto, hacia lo intemporal para quien marcha y lo eterno para quienes lo vemos marchar. Hacia los recuerdos felices y la tristeza. La amargura, la sequedad de boca, la incertidumbre del momento de partir, el pensar si algun dia nos volveremos a ver y el pensar que no nos volveremos a ver nunca mas. La esperanza y la desesperación por que el tren no sale aún. El miedo de pensar en el momento en que empiece a andar y saber que en esa estación solo hay anden de salida. No se vuelve...en el fondo..no se va

3 comentarios:

una pez payaso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dyhego dijo...

La única partida triste de verdad es la de la muerte. Cuando un amigo parte (o uno mismo, tanto da) siempre queda la esperanza del reencuentro. Pero la muerte de un ser querido, eso sí que es duro. Saber que nunca más oirás su voz, que nunca sentirás un beso o un abrazo, así con todo; eso te deja una sensación de desamparo que sólo la resignación consigue amortiguar.
Hoy está la cosa un poco triste, Churricos.
Un saludo.
Diego

Granito dijo...

Quizá reconforta algo, aunque sea un poco, pensar que nadie se va del todo nunca, que ya llegamos aquí un día para quedarnos en los otros, que quizá por que "somos" o "hemos sido" estamos, y no al revés, nunca al revés.
Saludos.