viernes, 25 de septiembre de 2009

El tarro de las esencias.













...Esa fue la primera palabra que salió de sus labios al girar la cabeza.
Buscaba a su alrededor, miraba hacia todos los lugares a los que su vista alcanzaba, y no podía ver nada mas que desierto. Extendiéndose hasta la linea del horizonte, hasta donde se juntaba el cielo con la tierra.
Todo se comprimía, todo se dilataba. A sus pies descalzos no le faltaban heridas después de haberlos destrozado en los largos años de caminar, en el vagar, incesante hacia donde no tenia claro ir.








Y se le nublaba la vista de nuevo.

¿Era de día, era de noche..?

¡Qué mas da!...

...Una mirada cenital, le observaba, desde hacia mucho tiempo ya, en sus movimientos, en sus devaneos, en su desesperación, y no hacia otra cosa que eso, mirar. Mirar pacientemente, sabiendo que llegaría el momento en que, desde las alturas, descendería para posarse a su lado y cumplir su cometido.



...Cerro los ojos de nuevo, y cayó sobre sus rodillas, cubriendo su rostro con las manos llenas de arena. De granos de arena que se metían en sus ojos, y los irritaban mas, si cabe, de lo que las lágrimas habían hecho ya.

Y entonces lo sintió...

... sobre su hombro derecho. Firme, pero suavemente sintió una mano, que se posaba, que oprimía, que emitía fuerza y calor.

Que le reconfortaba.

No apartó sus manos de la cara.

No quería pensar que fuese real.

¡NO PODÍA SER REAL!

...permaneció así durante un largo rato, sintiendo el tacto de las yemas de unos dedos sobre su hombro, sin pensar en otra cosa, sin sacar ninguna conclusión, sin esperar nada....

...un largo rato, mucho tiempo.

Lentamente, levanto la cabeza y fue separando las manos de su rostro, al tiempo que abría los ojos.

Así se mantuvo, en esa posición, inmóvil, hasta que con un lentísimo movimiento casi imperceptible, fue girándose hacia su derecha, levantando la vista y con una mirada de incredulidad le vio.

A su espalda, de pié, mirándole.

Sus oídos sintieron una palabra, una sola palabra que salió del rostro que le observaba con serenidad.

Dijo. "HÁBLAME"

Y entonces, habló...

...y el rostro, sereno...




... escuchó.


.

4 comentarios:

Rosna dijo...

Un bello relato acompañado de imágenes y excelente música ... estas sensaciones que provoca no estan en un tarro de esencias ... sino que vuelan con el alma ,por caminos sin señales , me siento caminar desnuda en donde los amaneceres me encuentran despejada de penas y tristeza . Ahhh ... la música , perfecta armonía la tarde se adormece en la brevedad del tiempo y me recuerda que estoy viva ...
Un abrazo ligado al mundo que esta siempre en continuo cambio espero apenas poder haber explicado la sensación que me produjo leer y escuchar ...la música .
Feliz fin de semana Churricos
Rosna

Rosna dijo...

Churricos san ,disculpe usted ,he regresado a leer su relato , quede pensando y me pregunte a mi misma : ¿ sé escuchar ? Cuando escucho a alguién que desea hablar todos mis sentidos se activan , escuchar sin invadir al que nos habla ... mirar ...la mirada como la palabra es capaz de reconstruir o destruir a una persona , su poder es incalculable .
Feliz escucha .
Buen inicio de semana
Rosna

churricos dijo...

Rosna, has dado en el clavo.
Cuando se escucha a alguien de verdad, se abre el tarro de sus esencias, y lo que parecen simples palabras, se convierten en efluvios de sensaciones.

Un saludo con olor a tierra mojada.

Dyhego dijo...

¡Muy bueno, pardiez!
Salu2