viernes, 30 de octubre de 2009

Sin palabras




El silencio.
El silencio que cala mas allá de las formas.
De las ramas abiertas,
de la siesta encerrada en pasillos brillantes.
Desolados paisajes de silencio encerado,
merodeando el ambiente que se queda marchito en salidas de tono;
en caminos perpetuos, en marcadas facciones, en segundas caidas, en sabores castaños.
El silencio que queda olvidado entre jaulas de pupilas mojadas de cadencias etereas,
de sonidos callados de caminos no andados.

El silencio obligado.

1 comentario:

Torcuato dijo...

El silencio.
El silencio que cala mas allá de las formas.
De las ramas abiertas,
de la siesta encerrada en pasillos brillantes.
Desolados paisajes
de silencio encerado
merodeando el ambiente que se queda marchito en salidas de tono,
en caminos perpetuos, en marcadas facciones, en segundas caidas, en sabores castaños.
El silencio se queda navegando entre jaulas de pupilas mojadas de cadencias etereas, de sonidos lejanos de caminos no andados.
El silencio obligado.


Me gusta Josepe. Espero estés bien.